Principales enemigos de nuestro esmalte

Nuestros dientes, que son un elemento fundamental de nuestra vida diaria, se enfrentan a diario a retos y enemigos que ponen a prueba su salud, su resistencia y su esmalte. A final de cuentas, lo primero que debemos hacer no es eliminar estos alimentos -algunos hábitos no saludables sí-, sino cuidar de nuestra higiene bucal al máximo. ¡Con eso basta para empezar! Si tienes alguna duda adicional, contacta con nosotros.

• Azúcar. Que es malo para los dientes lo sabemos todos, pero quizás no tengamos en cuenta que lo podemos encontrar añadido en multitud de alimentos, no sólo en la pastelería o las chucherías. El más dañino a tener en cuenta son los refrescos azucarados o los zumos industriales.
• Cítricos. Son ácidos y por tanto dañan nuestro esmalte. No obstante, están llenos de vitaminas y son muy saludables. Los puedes mezclar con zanahoria o fresa para compensar su acidez.
• Tabaco. Es perjudicial en muchos sentidos, pero en el que tiene que ver con nuestra salud bucodental también. Dentro de ello, es malo para nuestro esmalte y tinta nuestras piezas dentales. ¡Recomendamos cortar con él!
• Café y vino tinto. El café es una infusión muy colorante que por su composición ataca especialmente al esmalte. Si no quieres cambiarlo por té, al menos tenlo en cuenta para intensificar la higiene. El vino tinto también tiñe con bastante fuerza, no lo olvides
• Temperaturas extremas. No hace falta que demuestres lo bien que resistes los alimentos muy calientes o muy fríos. Quizás no te estés dando cuenta, pero tus piezas dentales sufren.
• Alimentos pegajosos. Además de las chucherías, las patatas fritas, los frutos secos y otros alimentos tienden a dejar residuos en nuestras piezas dentales. Recuerda limpiarte bien los dientes después de consumirlos y usar hilo dental.
• Almidón. Además de en las patatas lo encontramos en la pasta, y para nuestra dentadura es duro de afrontar.

La lista podría ampliarse, pero no conviene preocuparse demasiado. Simplemente debemos asegurarnos de que nuestra dentadura está en buen estado, fuerte y bien limpia, sin caries ni otros problemas, y no someterla a desafíos físicos innecesarios -como por ejemplo abrir un paquete de plástico con los dientes o cortar hilo o cinta adhesiva con un mordisco-. En el futuro te alegrarás de haber cuidado tus dientes.